Himno de despedida

Inno del congedo es una pieza corta de Marco Andrioletti y Gianfranco Montalto de sólo 29 compases con una alternancia de frases, no siempre regulares, inspiradas emocionalmente en temas e himnos nacionales. La idea melódica nació de improviso tras una petición amistosa pero inspiradora de escribir un himno para celebrar la baja de Gianfranco Montalto, tenor de la formación L'Una e Cinque. Concebida inicialmente como una melodía acompañada de un texto que rozaba lo goliárdico y lo nostálgico, fue apreciada más tarde por algunos miembros del grupo y se decidió convertirla en una pieza polifónica para ser interpretada a voces a cappella para cerrar los conciertos del conjunto vocal. Como la pieza fue concebida para instrumentos, se decidió añadir un scat, omitiendo así el texto inicialmente redactado. "Inno del Congedo" era una de las canciones del setlist cuando Giorgio Celestre era la voz del bajo en L'Una e Cinque; tras su muerte en 2009, la canción se incluyó en la última edición del álbum "The Renaissance Project" (PL 6610), dedicado a su memoria. La adaptación polifónica para soprano, contralto, tenor y bajo tiene algunos momentos, especialmente en los compases finales, en los que la parte de contralto se duplica para realzar el impacto armónico de la sección final. Los compases introductorios comienzan con dos compases en los que las voces de soprano y contralto entran al unísono (para ser entonadas con especial cuidado), dictados por la naturaleza instrumental del motivo, donde en pocos segundos se pasa de un registro grave, especialmente para la soprano, a una textura media, que puede resultar desafiante para la contralto. Una vez superados estos "obstáculos" iniciales, la continuación de la pieza no presenta ninguna dificultad y el diseño melódico, sencillo e intuitivo, sugiere de forma transparente las exigencias expresivas. Aunque está concebido como un himno, la interpretación nunca tiene que alcanzar picos extremos ni en la dinámica ni en las opciones agógicas. La parte central, nostálgica y melancólica, puede considerarse el corazón de la pieza, su sentido más íntimo, que sin embargo se abandona recatada y rápidamente por un final falsamente solemne con la adición deliberadamente forzada de un ritmo de marcha de corcheas y semicorcheas punteadas.